Puerta del Sobrarbe desde Francia y puerta también al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido a través del Valle de Pineta. Bielsa, capital del municipio del mismo nombre, fue construida en la confluencia de los ríos Cinca y Barrosa. En la Guerra Civil, aviones alemanes integrados en el ejército franquista bombardearon la población, reduciendo a cenizas la mayor parte de sus edificios que, por ello, son relativamente recientes. Quizá la destrucción de buena parte de sus raíces ha animado a los belsetanos, con su Ayuntamiento a la cabeza, a realizar un gran esfuerzo por recuperar la memoria histórica, que ha dado como fruto el magnífico Museo Etnológico y Fotográfico, actualmente situado en la Casa Consistorial. Esta casona, datada en 1564 aunque reconstruida en la década de los cuarenta, es uno de los edificios más emblemáticos de esta villa. Pero lo más conocido de Bielsa es, sin duda, la celebración de los emblemáticos carnavales, una de las fiestas más espectaculares del Alto Aragón y uno de los carnavales españoles más tradicionales y de mayor antigüedad, con personajes míticos como "Cornelio Zorrilla", las "trangas" o las bellas "madamas". Los vecinos y vecinas de Bielsa han sabido conservan también una de las variedades del aragonés que se mantiene más viva, el belsetán. El municipio de Bielsa comprende diversas localidades como Espierba, Parzán, Chisagüés o Javierre, típicos pueblos de alta montaña con excelentes ejemplos de arquitectura popular. |